Rafael Belvedere piensa que las cosas deberían irle mejor. Dedica las veinticuatro horas del día al restaurante fundado por su padre, carga con un divorcio, no se ha tomado el tiempo suficiente para ver crecer a su hija, no tiene amigos y prefiere eludir un mayor compromiso con su novia. Además, hace más de un año que no visita a su madre, que sufre el mal de Alzheimer y está internada en un geriátrico.
Fernando Mondino
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